Nuestra atención va dirigida al diagnóstico y tratamiento de las disfunciones sexuales.
Estamos comprometidos con la educación y la promoción de la salud sexual. La salud sexual se define como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; no es la mera ausencia de enfermedad, disfunción o malestar.
Queremos mejorar su vida sexual, individualmenteo en pareja.
Potenciamos sus conocimientos, recursos y habilidades. Diagnosticamos y tratamos sus posibles problemas. Terapias sexuales específicas para cada disfunción.
Más de 7 años de compromiso y profesionalidad. Nuestro enfoque se basa en la comprensión integral de la sexualidad humana, que abarca aspectos físicos, emocionales y sociales.
Más de 7 años de compromiso y profesionalidad. Nuestro enfoque se basa en la comprensión integral de la sexualidad humana, que abarca aspectos físicos, emocionales y sociales.
Una educación formal asentada en bases científicas, y en el respeto a la diversidad. Contenido adaptado tanto al número y edad de los participantes como a su formación previa.
Existen múltiples causas de los problemas de erección, algunas son orgánicas y otras psicológicas, aunque la mayoría es una combinación de ambas.
Aunque creamos que la viagra es la panacea, milagrosa para conseguir una erección, esto no es cierto. Los medicamentos inhibidores de la fosfodiesterasa 5, son una potente herramienta en el tratamiento de la disfunción eréctil, pero en muchas ocasiones son ineficaces, si no son acompañados de una adecuada terapia sexual. Estos medicamentos siempre deben ser indicados y recetados por un médico.
Vivimos en un mundo y en un momento estresante. Creemos que el sexo es inmune a todo, y no es así, es frágil y debemos de cuidar nuestra sexualidad, debemos de dedicarle tiempo y el tiempo parece que se nos escapa. Con una adecuada terapia sexual podemos recuperar nuestro deseo, volver a tener ganas, a reencontrar nuestro erotismo. A veces podemos necesitar ayuda de algún tratamiento farmacológico, sobre todo en alguna etapa de nuestra vida, pues nuestra sexualidad está en constante transformación.(?)
¿Cuánto tiempo tengo qué aguantar?. Eso no está escrito en ningún libro, es más que nada algo social y que depende del momento, y también de nuestra edad y nuestra biografía sexual. Por ejemplo, si vemos pornografía y queremos “cumplir” como ellos serán muchos minutos, sin embargo el término medio en Europa es de 4 minutos. Ya ves todo es relativo, depende de la pareja y de las necesidades de cada uno. Existen tratamientos para ambos casos: la precoz :cuando no controlo y eyaculo antes de que yo quiera, o bien retardada: cuando no consigo eyacular en el tiempo que a ti o a tu pareja te parecen adecuados. El enfoque combina fármacos con terapia sexual
La vagina de una mujer es un tubo elástico rodeado de músculos, estos se puede contraer y relajar, y como otros músculos, se puede hacer de forma voluntaria e involuntaria. Es decir, podemos contraer la vagina si queremos, y también relajarla, pero también se puede producir de manera involuntaria, sin tener control de ello. Esto último yo lo comparo a un párpado, puedo mantener abierto cuando me pongo una lentilla, pero se cierra de forma involuntaria cuando percibo que algo puede entrarme en el ojo, para protegerlo.
Si hemos tenido algún problema sexual o con la higiene femenina ( tampones, copas vaginales) que nos haya provocado dolor con la penetración, puede que de forma involuntaria se contraiga la musculatura para protegernos del dolor. Ahí “le gana”a nuestra voluntad y somos incapaces de relajarla. Es un problema resoluble desde la terapia sexual
Puede darse dolor, tanto en la penetración vaginal, como en el simple roce en la vulva, como al tocar el clítoris…existen diferentes causas. Lo que esta claro es que si tenemos dolor/picor/molestias/incomodidad, nunca podemos disfrutar, y el sexo es bienestar, es placer. Es lógico pues que busquemos una solución. El acercamiento terapéutico es múltiple, ya que hay múltiples causas y factores asociados, buscaremos la tuya y la solucionaremos
Nuestra sexualidad se modifica con los años. En la mujer un cambio importante es la menopausia, aquí vamos a tener variaciones hormonales que pueden afectar o no, a tu vida sexual. Como mujer, en esta época, vamos a encontrarnos con una insuficiente estimulo hormonal de nuestra vulva y vagina, que puede provocarnos diferentes problemas a la hora de tener relaciones sexuales: dolor, picor, ardor, menos o más lubricación, sequedad, molestias… Si padeces alguno de ellos, podemos ayudarte a solucionarlos
El tener un orgasmo siempre, es un mito creada por una sociedad, que no tiene una buena educación sexual. El orgasmo es fantástico pero no imprescindible para tener buen sexo. Es el final de la excitación, la explosión de placer, un dejarse caer, que cada uno vive a su manera. Pero como es algo que nos marcan como obligatorio, nos han creado una expectativas, que parece que si no se llega al orgasmo alguien ha fallado, o los dos… Habrá que averiguar la causa, el porqué de esa dificultad, si es que de verdad existe y gracias a la terapia sexual conocer mejor nuestra comportamiento sexual, nuestro placer, nuestro bienestar y si queremos… llegar al orgasmo
Somos conscientes de la sociedad en la que vivimos, donde parece que la comunicación es algo fácil, al menos eso nos vende el gran desarrollo tecnológico actual. Y sin embargo, lo que vemos en consulta es que esto, la la comunicación con la pareja cada vez va peor. Nos cuesta más decirle a la pareja lo que queremos, el cómo y el cuando. Tenemos la falsa idea que hoy en día la gente tiene mayor formación en sexualidad y que deberíamos hablar con facilidad del tema, pero esto no es exactamente así. Aún escucho en mi consulta muchas quejas sobre este tema, muchas personas que siguen pensando que con los gemidos solamente sabremos lo que le gusta a nuestra pareja. Creemos que es necesario aprender a establecer una buena comunicación diádica, dentro y fuera de la cama, y en esto os podemos ayudar
Es un problema cuando tu pareja te evita, parece que se desentiende del contacto físico, y que siempre hay cosas más importantes que la intimidad. A veces solo es el estrés del día a día , pero en muchas ocasiones hay algo más. Con terapia sexual podemos buscar la causa y tratarla. La intimidad sin duda, es lo que nos hace pareja, no dejemos crecer la bola de nieve sin intentar solucionarlo
Cuando consumimos pornografía los estímulos que nos excitan son diferentes a la habitual, les llamamos “superestímulos”. Son cuerpos modificados para mostrar por ejemplo unos genitales más extremos: penes de grandes erecciones, pechos de catálogo, vulvas operadas para reducir los labios menores, cuerpos perfectamente depilados, y con todo el retoque fotográfico que queramos.
Ademas son todos ”novedades”, hay gran variedad, cada día se suben cientos de videos porno a la web, por lo que el estímulo que continuamente novedoso es más potente sin duda que el de nuestra pareja, a la que conocemos perfectamente.
Así que puede ser totalmente normal, visto desde la ciencia del comportamiento humano, que nos ocurra esto, pero también podemos ver fácilmente que esto genere problemas. Se limita nuestra sexualidad, en las relaciones de nuestra vida real. Para volver a disfrutarlas, necesitamos reeducación de nuestros estímulos, poner freno a determinadas conductas adictivas y volver a saborear el placer de la sexualidad real, no basada en los cánones que impone el porno “mainstream”.
Además sabemos que como el grado de consumo se está igualando por sexos, también los problemas los sufrimos todos por igual: hombres y mujeres
Este es un resultado de la adicción a la pornografía, prescindir al vivir tu sexualidad, del contacto con personas. No busco intimidad con nadie, no hay nada que pueda competir con estos estímulos. O bien puede ser que al comenzar su consumo muy pronto no he aprendido a relacionarme en estos momentos, y ahora ya me parece tarde, me da miedo enfrentarme a ello, temor al fracaso…en fin, mil razones. La terapia sexual que nosotros proponemos, individualizada y adaptada a cada persona, buscará su cómo, su porqué y propondrá el trabajo para poder solucionarlo
Es una consulta más frecuente de lo que pensamos. Lamentablemente la pornografía está hecha para que cada vez necesitemos situaciones más fuertes, estímulos más y más potentes, mas nuevos, visualizaciones más agresivas para que nos exciten. Necesitamos escalar el estímulo, pues de lo contrario nos adaptaríamos a el, y no nos engancharía tanto. Así, la primera vez que ves algo desagradable, puede que apartes la mirada, o incluso te tapes la cara, pero luego, si sigues recibiendo….bueno, pues lo “normalizas”, lo buscas, te interesa su consumo. Hasta que en un determinado momento conseguimos hacer crítica, con sorpresa e incluso asco de lo estamos viendo, ahí buscamos ayuda. Nosotros te la brindamos
Parece que todos debemos de tener los mismos gustos y esto no es así. De una manera muy simple, podría comparar el sexo con la comida, hay días que te apetece la pizza con tomate, otros días con mozzarella e incluso con piña, y no pasa nada, mientras que tu no obligues a nadie a comer algo que no quieren todo va bien, en el sexo lo mismo. El respeto, el consenso en las prácticas, y la empatía emocional esta en la base del buen sexo, lo cual no significa que a todos nos guste lo mismo, ¿no?
La mayoría de la gente cree que nacemos con una orientación sexual, que uno nace heterosexual, homosexual, bisexual….pero esto no es así, lo vamos descubriendo poco a poco. En la adolescencia, cuando empiezan a hacer efecto las hormonas sexuales en nuestro cerebro, comenzamos a sentir deseo, atracción sexual hacia los demás, aunque no siempre está tan claro. Las etiquetas, también en la orientación, es algo que nuestra sociedad intenta siempre poner a cada individuo, pero los seres humanos somos complejos. A veces una amistad puede ser excitante, a pesar de no ser lo que pensabas que debería ser, y no pasa nada. Poco a poco vamos aprendiendo lo que deseamos, lo que nos excita. Nosotros podemos acercarte de manera asequible una información científica y veraz de la orientación sexual, después serás tú, quién sin duda, descubrirás tu manera propia de vivirla
El tema de los genitales, su tamaño, grosor, color…etc, siempre ha generado polémica. En el fondo todo depende de con que lo compares, si lo haces con las personas de tu entorno, estoy seguro que serán bastante parecidos, pero si nos comparamos con la pornografía, con el canon que nos vende, si que puede ser muy diferentes. Son cuerpos seleccionados y modificados quirúrgicamente o no, en base a determinadas características que el porno nos promociona como deseables, sin contar con todos los retoques tecnológicos que que hoy en día tenemos disponibles. Es decir los cuerpos reales, y el sexo que practican esos cuerpos poco o nada tienen que ver con lo que nos marcan determinadas plataformas. Lo mejor es que si tienes dudas preguntes a fuentes fiables, estamos a tu disposición
Todos los cuerpos humanos son únicos e irrepetibles, esencialmente bellos en su rotunda diversidad. Muchas veces no es fácil querernos a nosotros, es mucha la presión de esta sociedad hipersexualizada, y sólo con ver los anuncios navideños de perfumes podemos entender porque es fácil sentir que no cumplimos con los cánones de belleza. No podemos triunfar en Instagram sino mostramos cada vez más de nuestro cuerpo, sino generamos fotos que transmitan siempre erotismo, o “disponibilidad” hacia la sexualidad. Nuestra autoestima es fácilmente comprometida, si no hacemos un critica de esta situación. Nosotros, desde la terapia, te damos información y recursos para lograrlo
Hoy en día todo va muy rápido, parece que todo tiene que ser aquí y ahora, pero cada uno tiene su velocidad, su cadencia. El deseo o la excitación llega cuando llega, con situaciones y ritmos diferentes para cada persona , con estímulos y personas diferentes. Debemos de darnos tiempo, y a veces es necesario terapia que nos ayude a encontrarnos y entendernos
Muchas veces nos sentimos presionados con dar la talla en nuestro rendimiento sexual. Es un temor que afecta tanto hombres como mujeres, nos puede generar ansiedad y condicionar seriamente nuestras relaciones sexuales. De ahí que, como en otros temas de nuestra vida, podemos beneficiarnos de una terapia, en este caso de una terapia sexual para recuperar la confianza, y disfrutar plenamente y sin miedos de nuestra sexualidad
Esta es una situación real y no infrecuente en nuestras consultas. El hecho, es que se dan convivencias de personas, con diferentes tiempos y biografías sexuales. Unas que nunca han tenido relaciones sexuales ( sean tipo coito u otras) y otras que llevan practicando todo tipo de sexualidad desde hace años. Esta diversidad, puede generar miedos en las personas que están en fases mas iniciales, y para superarlos lo mejor son los conocimientos. Saber de sexualidad, de tu cuerpo y de los de los otros, conocimientos de la respuesta sexual humana y también de los afectos y las relaciones. Todo esto te ayudará a que vivas con mas tranquilidad, seguridad y bienestar las nuevas experiencias, que tu decidas emprender. Pero claro, ¿donde buscar buena información?, pues en profesionales cualificados: sexólogos como nosotros
Otra vez con los genitales y sus tamaños. Pero sin duda, el pene y su tamaño es un tema estrella, un tema reiterativo en nuestro ámbito. Parece increíble, pero los varones seguimos pensando que su tamaño es fundamental, que su dimensión nos otorga la verdadera talla de nuestra sexualidad, nuestra valía como pareja sexual. Si no superas lo que plantea el porno estas acabado. Explico siempre, ya desde las edades de primaria, que con un pene que mida 5 cm en erección uno se puede reproducir… y lo que es más clarificador, si dividiéramos la longitud de una vagina en tres partes, solo el tercio externo tiene sensibilidad, por tanto los 2/3 internos no son realmente estimulados nunca…sea como sea, el pene que pueda estar dentro. Nuestra talla como amante no se encuentra nunca dentro de la bragueta, sino del craneo, en nuestro cerebro. Ese sí que es sin duda nuestro órgano sexual principal
Un clásico, no soy capaz de comunicarme con mi pareja, ni siquiera me planteo lo que están o no dispuestos a probar en nuestras relaciones. Así, acabo viendo nuestra vida sexual como algo monótono y aburrido, y busco una salida fuera de mi relación, quizá en la prostitución podré encontrar mas satisfacción. Pero mi pregunta es : ¿al final lo disfruto?, ¿es lo que esperaba?, ¿es la intimidad y el placer compartido que anhelaba?. Si tu respuesta es NO, aquí puedes hablar con nosotros. Mejorar tu vida sexual es posible, y no tiene nada que ver con pagar por sexo.
Para tener una buena intimidad, el disfrute de una buena sexualidad, conlleva tener confianza en la persona con la que la compartimos. Si ha surgido un problema de infidelidad, la confianza se puede resquebrajar, y si no se trabaja este tema, es difícil su recuperación. Con terapia de pareja podemos aplicarnos y cambiar la situación, y así vivir una relación de pareja donde todos los integrantes estemos cómodos y seguros
Toda pareja, con el tiempo pasa por diferentes etapas, con diferentes problemas. Estos, muchas veces se ven reflejado en la sexualidad, en la intimidad, y con terapia podemos buscar soluciones, modificaciones de rutinas y conductas que mejoren nuestra convivencia, y consigamos un disfrute mayor de nuestra relación. Y en el caso de no llegar a una reparación satisfactoria, podemos realizar la separación de manera que sea algo constructivo para ambos, sin hacernos daño ni dañar a la gente que nos rodea
Aunque raramente nos lo advierte, cuando un profesional sanitario nos receta un fármaco, este en una gran parte de las ocasiones tiene efectos secundarios, muchos de ellos relacionados con la sexualidad. Al hacer una prescripción farmacológica, siempre se sopesa el objetivo del tratamiento, la mejora buscada, y los efectos secundarios que puedan conllevar. Algunos que nos pueden indicar son del tipo: “te puede adormilar”, “puede hacerte engordar”, “puede aparecer tos”…En fin, de lo que no suelen hablarnos es de temas tan importantes como que puedas tener menos deseo, o que te cueste más excitarse, o eyacular; o incluso que puede interferir, o impedir que llegues al orgasmo. A los médicos, normalmente no nos enseñan a manejarnos en estos temas, y formamos parte, por así decirlo, del tabú social acerca de la sexualidad. Como pacientes, podemos y tenemos el derecho a consultar a nuestro médico, las dudas o dificultades sexuales que nos aparezcan, estén relacionadas o no con nuestro tratamiento. Si aún así, no las encontramos, podemos acudir a un especialista, podemos acudir al sexólogo.
El cáncer es una enfermedad que afecta profundamente a la pareja, tiene tantas connotaciones emocionales que es imposible que no se vea afectada. Desde el inicio, con el diagnóstico, después con el tratamiento y de como termina este, así como los controles posteriores durante tanto tiempo. Son cambios que te ponen enfrente de una dura situación, que ni te planteabas previamente. La sexualidad pasa a un segundo plano, lo primero es sobrevivir.
Además y no menos importante la pareja del paciente, pasa de ser amante a cuidador, y después es difícil volver a cambiar nuestro rol, nuestro papel en la relación.
En fin, en estos procesos, es muy importante tener el apoyo de un terapeuta sexual, para que haga el proceso más fácil a la pareja, que esta consiga adaptarse a los cambios, ajustándose en cada momento del proceso, disfrutando en lo posible de nuestra relación
Hay muchas enfermedades crónicas que afectan a la sexualidad, si. Pero de la misma forma que nos aconsejan como debemos de comer, como tenemos que cuidarnos las uñas, o que ejercicio físico debemos de hacer, o cómo dormir, también sería adecuado que nos aconsejaran como adaptar nuestra sexualidad a estos problemas crónicos. Nuestra vida sexual cambiará, pero eso no significa que sea a peor. Nuestros hábitos de relación, nuestras posturas, la forma de tocarnos y de excitarnos, debe de ajustarse a nuestra nueva situación, para seguir disfrutando de ella. Para todo ello la terapia sexual nos puede ayudar enormemente
Si a los profesionales de la salud no se nos enseña cómo tratar la sexualidad, aún menos a la población general. Esto nos pone a veces en aprietos, para hablar del tema con nuestros hijos, así que a veces es necesario ayuda de profesionales para que todo sea más fácil. Uno de los grandes motivadores para los padres que hemos encontrado, es decirles que pueden recuperar la intimidad que perdieron cuando comenzaron la crianza. Al final es un cambio que es mejor para todos, si lo sabemos enfocar correctamente. Las conversaciones sobre sexualidad entre padres e hijos mejoraran el “ambiente” en casa, se facilitará la convivencia, y como padres daremos herramientas a nuestros hijos para que hacer crítica de este mundo, de las relaciones de pareja, y actuar de acorde a sus ideas propias, pero con responsabilidad
El que sea la penúltima pregunta no es por azar. Es necesario poner de manifiesto que, en la mayoría de las veces, no nos planteamos que en la diversidad funcional también hay intimidad, sexo, deseo, dudas, AMOR… En fin, tanto para los padres, como a la persona que vive esta realidad, ofrecemos nuestra ayuda para solucionar dudas y demandas específicas
En el sexo siempre estamos aprendiendo, porque todo en la vida es cambio y adaptación. A lo largo del tiempo hemos recibido ayuda, o conocemos a gente que la ha recibido, para afrontar problemas personales, para comer mejor, en cómo realizar ejercicio físico, o cómo ser más productivos en nuestro trabajo…etc. Bien, pues la terapia sexual es la herramienta que nos puede impulsar a potenciar nuestra sexualidad, nuestra intimidad, nuestro cuerpo, las relaciones con los demás. No solo se consulta por “problemas”, por dificultades. Simplificando mucho, si vamos al gimnasio para mejorar nuestra forma física, podemos acudir al terapeuta sexual si queremos disfrutar más de nuestra vida sexual